martes, 2 de agosto de 2011

Huanchu Daoren enseñanzas eticas de Confucio y aprendizaje del Taoismo (parte 2ª)

Existe un verdadero Buda en la vida de familia;
existe un Tao real en las actividades de cada día. Vivir
con sinceridad y armonía, y promover la comunicación
con un comportamiento alegre y palabras amistosas,
es más elevado que la práctica formal de la
meditación.


Las personas que son compulsivamente activas
son inestables, mientras que las adictas a la quietud
son indiferentes. Se debe tener un espíritu vivo en
medio de la tranquilidad; ésta es la manera de ser de
las personas iluminadas.


No seas muy severo en criticar los defectos de la
gente; considera hasta qué punto pueden aguantar.
No seas demasiado altanero al disfrutar de la virtud, de
manera que los demás puedan practicarla.


Una oruga en la basura es algo sucio, pero se
transforma en una cigarra que sorbe rocío en la brisa
otoñal. Las plantas enterradas no tienen prestancia,
pero se transforman en brillo incendiado a la luz de la
luna estival. Así, sabemos que la pureza surge de la
impureza, y que la luz nace de la oscuridad.


La presunción y la arrogancia son estados
adquiridos de la mente. Conquista los estados
adquiridos de la mente, y podrá desarrollarse la
cordura original. La pasión y la voluntariedad son
partes de la falsa conciencia; suprime la falsa
conciencia, y aparecerá la conciencia verdadera.


Si piensas en la comida con el estómago lleno, no
te preocuparás del sabor. Si piensas en la
sensualidad después de hacer el amor, descubres que
no te interesa el sexo. Por ello, si la gente reflexionase
sobre el arrepentimiento que sienten después para
prevenir la locura del momento, mantendría una
actitud estable y no caería en el error.


Cuando te halles en una posición de importancia,
no pierdas la actitud de retiro rural. Cuando te
encuentres de retiro en el campo, mantén los asuntos
de estado en la mente. No se necesita por fuerza
buscar el éxito en el mundo. No busques la gratitud de
los demás; es un beneficio no estar resentido.


La diligencia consciente es una virtud, pero si es
exagerada no aporta satisfacción y alegría. La
sobriedad y la simplicidad son nobles virtudes, pero si
son demasiado austeras no servirán para ayudar a los
demás.


Quienes hayan llegado a un callejón sin salida,
han de examinar sus intenciones originales; quienes
hayan triunfado han de observar a dónde se dirigen.
Cuando los ricos y bien aposentados, que
debieran ser generosos, son por el contrario
malévolos y crueles, hacen que su comportamiento sea
infame y despreciable, a pesar de sus riquezas y
posición. Cuando los que son intelectualmente
brillantes, que debieran ser reservados, se muestran
por el contrario ostentosos, son ignorantes y necios, a
pesar de su brillantez.


Cuando uno ha estado en una baja posición, se
sabe qué peligroso es subir a una alta posición. Cuando
se ha estado en la oscuridad, se sabe cuán revelador
es entrar en la luz. Si se ha mantenido la quietud, se
sabe qué cansada es la actividad obligada. Si se ha
alimentado el silencio, se sabe qué perturbador es el
exceso de charla.


Es posible deshacerse de las maneras mundanas
tras abandonar las ambiciones sociales. Se entra en la
sabiduría tras abandonar las ambiciones espirituales.
Los deseos no dañan tanto la mente como la
dañan las opiniones. Los sentidos no estorban tanto
la iluminación como la estorba el intelecto. Volubles
son los sentimientos; el mundo está lleno de azares.


Cuando te halles en una situación sin salida, has de
saber cómo retroceder. Cuando las cosas van
suavemente, esfuérzate por permanecer respetuoso.


Al tratar con personas sencillas, es fácil
comportarse con gravedad, pero difícil evitar
menospreciarías. Al tratar con personas de rango
superior, es fácil ser respetuoso con ellas, pero dificil
ser corteses.


Es preferible ser simple y rechazar el
intelectualismo, que retener la propia cordura y
devolverla al universo. Es preferible dejar la
extravagancia de lado y contentarse con la simplicidad,
a dejar un nombre famoso al mundo.


Para conquistar a los demonios, conquista
primero tu mente. Cuando la mente ha sido
dominada, los demonios se alejan obedientes. Para
controlar a los malhechores, controla primero tu propio
estado de humor. Cuando tu estado de humor es
equilibrado, los canallas no pueden hacerte ningún
mal.


Enseñar a estudiantes es como criar una hija virgen;
es necesario ser estricto acerca de adónde van y
cuidadoso con lo que ven. Una vez que se han
mezclado con la gente que no deben, es como plantar
una mala semilla en un campo limpio; será difícil hacer
crecer una buena cosecha.

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